El juego como motor de crecimiento y estimulación de la creatividad de los niños es la idea principal en la génesis del proyecto. La imagen del conjunto recuerda los puzzles y construcciones propios del entretenimiento infantil. Colores vivos, superficies curvas interrelacionadas, aristas suavizadas. Estas formas tan características de estos juegos sirven también para la definición de la marquesina de entrada, la cubierta del patio y la valla perimetral de cerramiento exterior.
El conjunto se organiza buscando la orientación sur para la entrada, las aulas y los espacios exteriores. Los volúmenes de las aulas quedan enfrentados entorno al patio cubierto. Las aulas de los pequeños se sitúan más próximas a la entrada y al comedor, favoreciendo el control visual. Los mayores están algo más alejados e independientes con más espacio alrededor para explorar.
Entorno a las aulas están los espacios de circulación y servicio. Al norte los vestuarios, almacén general, lavandería e instalaciones. Al este el comedor o sala de usos múltiples, con presencia y acceso al patio de juegos, y la cocina junto al comedor. Un lucernario ilumina el distribuidor que da acceso tanto a aulas como a espacios de servicio. Este distribuidor se abre en sus extremos y en el centro para ampliar las visuales. Estos espacios servidores sirven de cierre del conjunto frente al entorno mas agresivo de la estación de ferrocarril y las vias.

Todo el edificio se organiza en una planta. Para favorecer la entrada y recogida de los niños se potencian los recorridos exteriores con otro acceso a las aulas de los mayores desde el patio. Los niños de 0 a 1 año, junto con la administración, se sitúan al lado del acceso principal, para flexibilizar y agilizar el recorrido de las madres de los pequeños para su entrada, recogida o lactancia, así como las labores de gestión e información propias del centro escolar.
Además de la entrada principal a sur existe otra entrada de servicio desde la calle lateral situada al este que permite el acceso directo del personal, carga y descarga de material, acceso a cocina y aparcamiento permanente de cinco plazas. Existe otro aparcamiento de rotación, también de cinco plazas, junto a la entrada principal y separa de esta por un vallado, para seguridad de los niños.
Los espacios exteriores mantienen la dinámica formal del proyecto. El patio cubierto en el centro con acceso desde las aulas. El resto de la parcela queda como patio para juegos extendiéndose hasta el extremo de la misma. Un bosque de árboles variados remata la parcela en su extremo oeste, siendo lugar de aventuras y juegos de los niños. Adosados a las aulas de los más mayores se proponen dos pequeños invernaderos como complemento para su formación y aprendizaje del medio natural.
Se trata por tanto de una propuesta ordenada y consecuente con su ubicación y la condición de sus pequeños usuarios. Un intento de compaginar funcionalidad además de una imagen estimulante y divertida para niños y personal del centro.